domingo, 30 de diciembre de 2012

La magia de los árboles

¡¡Ojala pudiera yo transmitir el sentimiento mágico que la observación de la grandeza y humildad de los árboles me produce!!.
Tolerancia y cobijo de otras formas de vida
Si los observamos teniendo en mente los elementos naturales de la filosofía tradicional china y sus ciclos naturales de generación y dominación, nos damos cuenta de la grandiosa majestad de los árboles y de su importancia para el hombre.
La madera de los árboles, que conforma su tallo, es el resultado de una perfecta combinación de los elementos “aire”, “fuego” (en forma de energía solar), "tierra" (los minerales que absorbe a través de las raíces) y agua (también absorbida a través de las raíces), que por acción del “metal” de las herramientas de corte se pone a disposición del hombre. Por eso siento y digo que la madera es el material que los dioses ponen a disposición del hombre para que le acompañen desde la cuna a la tumba, aportándole en dicho tránsito calor y cobijo.
Por dicho motivo usar y entrar en contacto con la madera es una oportunidad para tomar conciencia de la raíz misma de la vida y de las complejas y bellas interacciones que se ocultan tras ella. Es por ello que el maderero que abate el tallo del árbol y lo corta para disponer de la madera, el artesano que la da forma, el diseñador o proyectista que la da uso noble y la pone en valor y el usuario que la usa en su vida han de manifestar su respeto por el extraordinario, noble y altruista sacrificio del árbol. Sólo mediante un uso respetuoso y sabio del material se puede dar cabal sentido al sacrificio vital de los árboles, los cuales aportaran beneficios positivos a los humanos que los aprovechan.
Por el contrario, el uso descuidado y carente de sabiduría lo único que puede generar es sufrimiento a todos, ya que la muerte de los árboles no será recompensada y los hombres no se verán favorecidos por la gracia divina que a través de este sacrificio se les ofrece. En este entorno de uso descuidado la madera pronto desaparecerá por cuanto su permanencia no tendrá ya más sentido. La madera de los árboles ennoblece la vida de los hombres pero si esta vida no es noble la presencia de aquella no tiene sentido.
La grandiosidad de los alerces del Japón
 hacen pequeño al hombre
Aprender a cultivar y cuidar a los árboles, a abatirlos con respeto a sí mismos y a su descendencia, a mecanizar sus tallos con máximo aprovechamiento, a utilizar sus residuos para el mejor vivir de sus hijos, y sobre todo a usar su madera de forma eficaz son síntomas de la sabiduría de los hombres. Sólo los hombres sabios son capaces de usar este “material de los dioses” y haciéndolo transmitirán la chispa divina a todas sus creaciones.
No es casualidad que en la Medicina Tradicional China a la madera le corresponda como órgano yin de representación el hígado, el cual se encarga del movimiento uniforme y armónico de la energía vital (Qi) por todo el organismo así como de la eliminación de los tóxicos que han entrado en el organismo. Por eso se dice que el funcionamiento armónico de este órgano genera una armonía en el hombre quien puede centrarse de forma equilibrada en su plan vital haciendo frente de forma eficaz, imaginativa y sabia a todas los retos y amenazas de la vida. Como órgano yang a la madera le corresponde la vesícula biliar, la cual guarda una estrechísima relación con la capacidad de la persona para tomar decisiones correctas y, por ello, cuando funciona armónicamente la paciencia, tolerancia y la flexibilidad hacen acto de presencia. Hígado y vesícula biliar interaccionan entre si por cuanto se relacionan con el mismo meridiano.
Es, por tanto, evidente que en un mundo carente de armonía, desequilibrado, impaciente , intolerante e inflexible como el actual la madera no sea el material más duradero. Pero, por el contrario, nunca ha sido más necesaria su presencia ya que en sí misma encierra la semilla de la curación de los grandes males que aquejan al mundo.
Perfecto encuentro de agua y suelo (tierra)
Cuando observo a un árbol veo su serena determinación en llevar adelante su proyecto vital, cada primavera renovado con sus retoños; la paciencia y sabiduría con la que aborda su crecimiento interior, su enorme flexibilidad para adaptarse a los cambios del entorno y la gran tolerancia que exhiben al acoger en sus ramas, e incluso en su interior, a otros proyectos vitales. Toda esa determinación, sabiduría, tolerancia y capacidad adaptativa quedan perfectamente reflejadas en su madera y en sus anillos, que son como las marcas de su vida, sus arrugas. Por eso cuando observo una madera la aprecio con enorme respeto hacia el árbol que la creó y me siento obligado a que ese respeto se muestre en un uso sabio y eficaz de la misma. No en vano la madera misma ha sido el soporte de las expresiones más sublimes del sentimiento del hombre: instrumentos musicales, tallas religiosas, instrumentos de trabajo diario,....
La madera ayuda expresar los
sentimientos del artista en su
encuentro con la idea de Dios
De alguna manera ese respeto hacia los árboles y su madera es una forma indirecta de expresar respeto hacia mí mismo, hacia mi propio proyecto vital. El aprecio del comportamiento siempre sosegado, paciente, flexible y generoso de los árboles me sirve como modelo para incorporar esos valores en el desarrollo de mi proyecto vital.
Toda esta fascinación es la que intento transmitir a la audiencia de mis charlas sobre el uso de la madera. Toda esta fascinación es la que guía mi necesidad compulsiva por saber sobre este material y su más eficaz transformación y uso ya que, en el fondo, esta necesidad de transmitir respeto no es sino una forma inconsciente de buscar el respeto hacia mí mismo.

1 comentario:

  1. Auténticos rituales de Magia natural.
    Económicos.
    Salud,dinero,amor,suerte,etc....
    Información: antoniodebara@hotmail.com

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